Frente a la situación epidemiológica surgida en el año 2020, se presentaron diferentes situaciones que afectaron la vida cotidiana de las personas: el distanciamiento social, la cuarentena, la interrupción de los vínculos físicos con los seres queridos, las dudas sobre la propia enfermedad, entre otras.
Como consecuencia de esta problemática, se produjeron cambios emocionales en los niños, niñas y adolescentes generando temor, angustia, enojo, preocupación y tristeza.
Se trabajó con este proyecto, basado en las emociones generadas en Pandemia, con el objetivo de ayudar a los alumnos y alumnas a poder controlar sus emociones compartiendo sus dudas, problemáticas, situaciones particulares que afecta a cada uno. A través de diferentes actividades se propone lograr que los niños desarrollen una autoestima positiva al sentirse escuchados, ayudarlos a desarrollar un pensamiento crítico ,que sea capaz de buscar soluciones a los problemas que se le surjan, como así también poder escuchar al otro, ser empático y asertivo.
Debido a la situación planteada es necesario trabajar la educación emocional, enseñarles a identificar lo que ellos sienten y lo que sienten los demás.
Nuestra hipótesis es que la pandemia afectó las emociones en los niños y niñas y por ende al núcleo familiar.
Se trabajó con materiales informativos sobre las emociones, encuestas y elaboración de actividades que permitan trabajar la educación emocional.
A partir de lo trabajado, los alumnos pudieron sentirse más confiados en contar sus experiencias, compartirlas con el grupo clase, logrando desarrollar la empatía, la asertividad y la inteligencia emocional y habilidades sociales.