La inseminación artificial de conejos es una técnica diseñada para emplearse en producciones cunícolas, y poder mejorar el control de preñeces y partos, y reducir la cantidad de machos necesarios para la producción, ya que con la inseminación artificial podemos inseminar a 40 hembras con la eyaculación de un macho en un día, en cambio con la monta natural solo podemos servir a una hembra con un macho por día.
Esto mejora considerablemente los parámetros productivos y económicos de las instalaciones cunícolas, por lo que es una técnica que supera a la producción tradicional y que en un futuro podrá suplantar a la misma.