A raíz del tratamiento de los residuos y su reutilización surgió la problemática de la higiene y los productos de limpieza.
Los alumnos quedaron sorprendidos de que los detergentes utilizados en las fábricas contaminan los ríos produciendo mortandad de peces.
Se decidió mirar en los recipientes de los detergentes y jabones si aparecía la inscripción
biodegradable.
Se llegó a la conclusión que la mayoría de los detergentes que hoy se adquieren en los
supermercados son biodegradables y que en los paquetes de los jabones se enuncia que están hechos con sebo. A raíz de este descubrimiento se comenzó a averiguar cómo es que los jabones necesitan para su fabricación grasa. De ahí surgió la idea de “probar” cómo se hacen los jabones.
Se tuvo que buscar información de internet porque no se consiguió bibliografía y se debió buscar en muchas páginas ya que lo que más se usa hoy es hacer jabones artesanales (tipo utilísima) con bases de jabones que se compran en porciones sólidas y no como este proyecto pretendía hacer los jabones: combinando sus componentes primarios.
La experiencia está resultando muy entretenida ya que en las distintas pruebas que se van haciendo se van obteniendo resultados distintos y muy enriquecedores.
Es un trabajo que está en sus inicios ya que demanda mucho esfuerzo en la búsqueda de información y las experiencias demandan tiempo y lo que más está costando es encontrar el punto de traza es decir cuándo el jabón está a punto para poner en los moldes.