Luego de ver la cantidad de golosinas que los niños llevaban al jardín para la hora de la merienda, nos planteamos hacer esta propuesta para inculcarles alimentos más saludables. Comenzamos por charlar sobre el tema en el patio del jardín, comiendo mandarinas en el sol, hablando sobre las propiedades de las frutas y de consumir bastante agua para una buena salud e hidratación, a lo que ellos se preguntaron si todas las frutas tenían agua y fue el puntapié para exprimir frutas que luego se presentaron y constataron el agua en cada una de ellas, algunas más que otras. También se hicieron jugos naturales, brochetas y ensaladas de frutas. Para enseñarles otra manera saludable de consumirlas, invitamos a una abuela de la sala a que nos enseñara a hacer mermeladas caseras, así podrían ingerir las frutas en otra consistencia. También hicimos una investigación de las frutas; para que servían, cuáles eran sus vitaminas, cuales nos favorecían en mayor cantidad, cuales consumían más, etc. Y encontraron muchas curiosidades importantes sobre ellas que les quedaron bien grabadas y que quisieron compartir con el resto de las personas. Al hablar de consumir con frecuencia diferentes frutas y saber que les ayudaba para su organismo, sobre todo en lo intelectual y para tener más energía, surgió la iniciativa de hacer diferentes juegos utilizando esta temática. Se realizaron imágenes para colorear y con ellas rompecabezas, juego de memoria, tatetí frutal, juego de recorrido con pistas, etc. Con estos juegos, afianzaron sus conocimientos sobre esta temática, abriendo un sinfín de posibilidades para la enseñanza y el aprendizaje.